Se conocieron en la clase de Lenguaje Gráfico, en el 3er ciclo de universidad. La atracción era evidente y no dudaron en hacer pareja para los trabajos del curso.
Giacomo y Luna parecían perfectos el uno para el otro... cuando apareció Paola. Alta, rubia, de ojos celestes; en suma, con todas las ventajas posibles de su lado. Y como dicen que la carne es débil -aún más la de los hombres- a Paola le bastó solamente aprovechar la oportunidad de que Luna no fuera a la fiesta de cumpleaños de Giacomo, para acercarse a él y convencerlo de que se olvidara de su pareja.
Pero como toda historia tiene dos versiones, veamos la de Luna, que resulta algo más entretenida.
Ella "lo quería muchísimo", pero por alguna razón el día de su fiesta tuvo que ir a la casa de Rodrigo; con quien tuvo "la mala suerte" de quedarse encerrada en el ascensor por un largo tiempo. "Para cuando salí -dice ella- ya era muy tarde para ir donde Giacomo, así que me fui a mi casa".
¿La verdad? Nadie sabe que pasó realmente. El hecho es que desde Luna y Giacomo ya no están juntos. La causa: una rubia.
No hay duda de que algunos patrones nunca cambian.
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